Primero estudié Magisterio, luego Psicología, y después, por 44 años, estudié Filosofía de la Educación, que no es lo mismo que Ciencias de la Educación.
La Filosofía de la Educación estudia para qué se educa; cuál es la finalidad social que se pretende alcanzar con cada tipo de educación. Los contenidos y metodología tienen que ver con esos objetivos y difieren en tanto son diferentes los objetivos. La Filosofía de la Educación tiene que ver más con la política y con la sociología que con la didáctica.
En este marco me interesa mucho el tema de la crisis económica derivada de la necesidad de pagar millones de subsidios. Hay pobres, y a los pobres y desempleados hay que sustentarlos.
Muchísimos estudios sociológicos analizan el origen y la causa de la pobreza y el desempleo y de acuerdo a las conclusiones que lleguen se implementan políticas de Estado y hasta se producen revoluciones sociales.
Ahora mismo hay muchas revueltas sociales. En general se dice que los pobres reaccionan ante la explotación de los ricos; típica lectura marxista. Pero las sociedades y sus multiples fenómenos no son todos productos de la racionalidad e intensión humana, sino de la suma de necesidades de sentirse bien de todos y de cada uno.
Puede ocurrir que los fenómenos se produzcan como consecuencia de la avalancha de otra conducta aparentemente inocua.
Para este caso me permito formular una hipótesis; no es original y culturas enteras ya la plantearon.
Cada nivel social tiene una senda del deber que le es propia.
El nivel social se refiere al nivel de satisfacción de las necesidades primarias: techo, alimento, protección, salud, cultura y educación.
Cuando más holgado es el nivel de satisfacción más alta es la responsabilidad o deber social de las personas.
A medida que se va más abajo en el nivel de satisfacción más yoica es la persona, más piensa en sí mismo y sólo en sí mismo, para sobrevivir.
Ahora bien; qué sucede si las personas satisfechas siguen aún así pensando sólo en sí mismas: la sociedad se descalabra.
¿Y qué significaría no pensar sólo en sí mismos?
Cada persona nace con capacidades y talentos que ha de desarrollar al máximo para ponerse eficientemente al servicio de los demás. Los egoístas no lo van a hacer. Para tomar decisiones respecto a sus vidas y dedicación sólo se atienen a sus gustos, ganas y deseos. No se exigen; no se esfuerzan.
Para decirlo de otro modo:
- los hijos de ricos han de alcanzar elevadísimos niveles de educación académica o de formación estratégica.
- los hijos de clase media indefectiblemente han de ir a la universidad, hasta el más alto grado que alcancen, o desarrollar comercios o empresas.
- los hijos de shudrás entonces van a poder acceder a los puestos de trabajo que aquellos dejaron libres.
Si los dos primeros 'no tienen ganas de estudiar', ocuparán los puesto de trabajo de aquellos y se produce el desempleo y la pobreza.
La ventaja de pertenecer a una sociedad liberal es que las personas de cualquier procedencia pueden acceder a niveles elevados con sólo proponérselo. Estudios elevados conducen a puestos de trabajo elevados que redundan en satisfacciones personales y, si se quiere, en buenos ingresos, pero sobre todo ofrecen la oportunidad de hacer más cosas por los demás.
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